lunes, mayo 26, 2008

REPRESENTACIÓN

REPRESENTACIÓN


(Continuando con el tema de las "ideas accionales")
Aquí, entonces, interviene la "intencionalidad", la voluntad de adquirir esa información, es decir, el querer "mirar a través de la ventana". Todo ello representa un "esfuerzo", consecuencia de una "voluntad" de absorción de lo externo, del medio. Lo externo (información) se va haciendo propio (representación), y con ello se incrementa nuestra "naturaleza" (nuestra esencia como Ser). Y también aquí la consciencia juega un papel inportantísimo, en la forma de "atención", para que esa incorporación de la información externa sea más eficaz, más elaborada, una "aprehensión de la realidad" mucho más profunda.
En un principio, en los niveles más bajos de la vida, esa "consciencia para la aprehensión" es más involuntaria, por eso mucho más lenta; no obstante, las necesidades de la vida, de autodefensa del principio de conservación, ineludiblemente "hace necesaria" e inevitable esa captación del mundo externo -información-, y aunque en un grado muy bajo, su transformación en una "incipiente representación".
Para fijar ideas, entonces, la "representación" es casi sinónimo de "idea accional". Por tanto, es la representación en el fondo "quien gobierna" los cuerpos, quien "desarrolla el proceso" de reacción de los mismos: ¡la representación es capaz, autónomamente, de "accionar" nuestro organismo! No es, pues, el llamado "Yo" quien, con propiedad, es el "sujeto" de nuestras acciones. La representación (la idea-accional) es en verdad "el sujeto" de nuestra acción. Teniendo verdadera conciencia de ello, podemos utilizar este conocimiento para que nuestro Yo, sí pueda ser verdaderamente el sujeto de nuestras acciones... Todo consiste en saber "manejar" las representaciones, para utilizarlas como "mecanismo de consecueción de los objetivos" de nuestra voluntad, de nuestro más genuino Yo... La "domesticación" de nuestras representaciones se presenta, pues, como "objetivo moral" de nuestra vida... Y así viene expresado como metodología en las más variadas confesiones religiosas.

jueves, mayo 22, 2008

IDEAS ACCIONALES

IDEAS ACCIONALES


Así que, al final hemos reducido aquella cuestión de la materia animada e inanimada, a la concreción sobre un concepto nuevo: el de "ideas accionales" e ideas en general (abstractas). Pero, ¿cómo se transforma una idea en "accional"?
Una idea es "accional" cuando se "incrusta" en la materia (se hace "viva")... Y, por ello, como expuse en obras anteriores, se entiende mucho mejor nuestro afirmación de que la conciencia es una idea "consciente" de su consciencia... Todo ello está unido, pues, indisolublemente, a la vida, a "algo" vivo, pues la idea "cobra vida".
La idea accional encierra en sí, por consiguiente, en su interior, tanto la inteligencia (idea abstracta) como la acción, componentes básicos del factor primario en que se apoya la voluntad (el otro factor es el sentimiento-emoción).
Es lógico que hayamos llegado a estas conclusiones, puesto que la vida la definimos en otros ensayos como un "agregado sensación-representación (información)".
También, conviene ahora hacer hincapié en lo que apuntamos -de pasada- de que el "psiquismo" es algo anterior a la mente, entendida ésta como "producto" de un cerebro. Y es así porque aún cuando no exista el cerebro en un organismo vivo, sí existe en todos los casos el psiquismo básico. Este psiquismo básico va unido estrechamente al concepto de "voluntad". Cuando hay voluntad (la "voluntad de la naturaleza"" de Schopenhauer) estamos ante la aparición del psiquismo. Así que el psiquismo es sinónimo de vida. El psiquismo, pues, es anterior y previo a la mente, que sólo puede ser considerada como tal cuando se constituye el órgano cerebro.
La vida como síntesis de sensación-información (representación) se remonta hasta el mismo instante primordial del universo -cuando se crea la materia. (Sabemos que cuando hay sensación se "cierra un círculo" -ver el ensayo del autor del mismo título). Esta información original inicial que parte de los primeros y más básicos opuestos complementarios (+, -; 0, 1), se va transformando en "representación", a la medida que nueva información externa (del medio) va incorporándose en la estructura del ser vivo (cuerpo, cerebro, etc.), a través del "proceso de aprehensión de la realidad". Unido a este proceso aparece el concepto, tanteas veces utilizado en mis ensayos, de "mirada a través de la ventana", y esto es consecuencia de la necesidad de transformar la información (algo externo) en representación (algo interno), con lo que las ideas "abstractas" se "incorporan a la materia" (de cierto organismo vivo), es decir, se transforman en "ideas accionales". Vemos, por consiguiente, que para esta transformación "cualitativa" de la idea (cambio de información a representación), se necesita de un "movimiento de voluntad", referido a la consciencia o intención de "aprehender" esa información (externa).

lunes, mayo 12, 2008

INDIFERENCIACIÓN INTELIGENCIA-ACCIÓN (y III)

INDIFERENCIACIÓN INTELIGENCIA-ACCIÓN (y III)


Evidentemente, este mecanismo es eficaz para que la voluntad pueda "expresarse" en reacción al medio, pero la descripción de dicho mecanismo nos permite distinguir "ciertas lagunas" en detrimento de la voluntad: son las "distracciones" de la voluntad las que permiten que se introduzcan "otras ideas" en el mecanismo anterior, entrando en el proceso reactivo; a continuación, la retroalimentacción existente en todos los organismos origina las distintas inclinaciones del ser vivo "no deseadas", que producen una potenciación mayor de esa "distracción" de la voluntad. Todo ello encierra "un peligro", así considerado por las distintas religiones, que consiste en un "desvío" del ser vivo de lo que se considera su "verdadera misión" (que no es más que el conocimiento y desarrollo "espiritual" del Ser). De ahí la necesidad, según los moralistas, de domeñar las ideas, las mentes, para que "sólo florezcan las ideas positivas" (en el sentido del "beneficio" del Ser en las mismas).
Así que lo que representa "un peligro" para la posible introducción de la "negatividad" en las mentes, también puede ser una extraordinaria catapulta para afianzar y desarrollar notablemente las ideas positivas, los sentimientos más nobles de la vida en sentido espiritual, y que pueden llevarnos a alcanzar los más altos niveles. Se concibe, así, que el mismo Dios haya podido establecer esta preeminencia gracias a un formidable desarrollo de esta vía. Imaginémonos lo que supone, una vez potenciadas extraordinariamente las ideas más sublimes, su introducción, su "materialización" de nuevo en todo el universo: equivale a una "divinización" del cosmos.

miércoles, mayo 07, 2008

INDIFERENCIACIÓN INTELIGENCIA-ACCIÓN (II)

INDIFERENCIACIÓN INTELIGENCIA-ACCIÓN (II)


El sentimiento-sensación produce la ignición de la mecha (es la causa original), como hemos dicho, pero está "incapacitado" para dirigir todo el proceso reactivo inteligencia-acción. Y aquí viene el quid de la cuestión, lo novedoso. No existe, todavía, el cerebro que en los animales, por ejemplo, dirige dicho proceso. La inexistencia de ese cerebro nos deja "un vacío" que confunde al filósofo y al mismo hombre de ciencia, ante una actuación inteligente sin sujeto (consciente) -cerebro o lo que sea- que "la realice"... Y es que quién "dirige" el proceso de esa reacción es la idea abstracta. Una idea "impregnando" el psiquismo (que no se identifica exactamente con la mente de un cerebro) de un organismo, es capaz de dirigirle. Son las ideas, pues, las que tienen la "potencia suficiente" para dirigir el proceso de la reacción, de la inteligencia-acción. Y es que la idea es en sí inteligencia pura, que al "materializarse" en un organismo, es decir, al adquirir la propiedad característica de la materia, el movimiento (la acción) se transforma en una inteligencia-acción, factor sustancial de la voluntad, que hace posible la reacción del organismo vivo. Este factor, más el pasivo de sensación-sentimiento, configuran o componen el ser vivo.
Pero las ideas (abstractas) ya en los organismos dotados de cerebro (como el mismo hombre), al existir entonces, paralelamente, un cerebro que es en sí un almacén de ideas, en el que se establece el "juego de las mismas" -con su composición, reorganización, desarrollo y evolución-, para lo cual primero se las "depura" de su componente "accional", se desarrollan y evolucionan asépticamente, y a continuación vuelven a "conectarse" a los circuitos de salida, los ya existentes órganos, perdiendo la propiedad "accional" o su componente material, "estado" en el que son "conocidas" por nosotros mismos. Estas últimas ideas (en este estado) son las que constituyen el contenido "consciente" del ser vivo, pero aún la gran mayoría de las "ideas" (estas sí accionales) siguen componiendo, existiendo y actuando en el gran iceberg que constituye el "inconsciente" de dicho ser vivo.