martes, abril 14, 2009

FILOSOFÍA ALEMANA (HUSSERL III)

La conciencia no sólo tiene un objeto, sino que hace que haya objeto intencional para ella, y lo hace desde ella misma. No es que la intentio produzca desde sí misma el contenido del objeto; sería un subjetivismo que Husserl rechaza enérgicamente. Pero lo que la intentio, y sólo la intentio hace, es fundar la posibilidad de la manifestación del objeto intencional tal como éste es en sí mismo. La intencionalidad es el fundamento de la posibilidad de toda manifestación objetiva para mí. La intentio, pues, el "de", es respecto del objeto no una mera correlación subjetiva, sino un a priori de su manifestación. Esta es la creación de Husserl: La intecionalidad no es sólo "intrínseca" a la conciencia, funda desde sí misma la manifestación de su objeto. Y este fenómeno de intencionalidad es lo que temáticamente llama Husserl vivencia.
Precisamente porque la conciencia es intencionalidad, tiene como término suyo un objeto que es su intentum propio, lo que Husserl llama noema.
El noema no es "contenido", sino mero "término" intencional de la conciencia, algo que es manifiesto en ella, pero que no es ella misma ni parte de ella. Este término intencional tiene tres caracteres. Ante todo, lo que acabamos de decir: es algo "independiente" de la conciencia. En la conciencia se nos manifiesta su noema tal como es en y por sí mismo, es decir, con plena objetividad. Objetividad no es realidad, pero el noema no puede darse sin la conciencia.
La conciencia como intentio y como intentum no es sólo de índole cognoscitiva; todo modo de conciencia tien su noema propio. Así, el modo de conciencia que llamamos "estimar" tiene como correlato noemático, objetivo e independiente de ella, el "valor".
La aprioridad de la intencionalidad consiste concretamente en que la intentio es lo que abre el área del sentido objetivo del noema, el cual es, entonces, el sentido objetivo de la intentio. La conciencia es un acto que desde sí mismo abre el área del sentido; es, como dice Husserl, un sinngebender AKT. El sentido del noema no depende de la conciencia sino del noema mismo. Pero que el objeto sea sentido noemático, eso se debe a la conciencia. Y en esto consiste el sinngebender AKT, el acto de "dar" sentido. La unidad del sentido objetivo del noema es justo lo que, según Husserl, es el "ser". Ser es unidad de sentido objetivo. El noema, el puro fenómeno, es ser como esencia. Pues bien, la esencia de la esencia es "ser" como sentido objetivo. Como tal, el ser se funda en la conciencia misma.
La intención de un objeto inmediata y originariamente dado a la conciencia es lo que Husserl llama intuición. Como Husserl ha puesto "entre paréntesis" todo el mundo real, la intuición es entonces pura y simplemente el ver lo manifiesto originalmente manifestado, y tan sólo en cuanto manifestado, es decir, como mero correlato intencional de la conciencia pura.
La intuición directa y originaria de lo dado en cuanto dado, y sólo en cuanto dado, es una evidencia absoluta de lo que "es" lo dado.
Para Kant, el principio supremo es el "yo pienso", una facultad ciega de síntesis. En cambio, para Husserl, el principio radical de la filosofía es una intuición evidente y evidenciadora.
(De la obra "Paradigma", editada en "Biblopia.com")