lunes, agosto 03, 2009

FILOSOFÍA ALEMANA (SCHELLING II)

La naturaleza sería el "espíritu visible", siendo el espíritu "naturaleza invisible".
"El experimento es una pregunta hecha a la naturaloeza a la que la naturaleza está obligada a contestar".
Así que, si la naturaleza es un producto del espíritu, hay que reconocerle no tan sólo una organización o finalidad inmanente, sino también un proceso de desarrollo, una potencialidad que es en sí la historia del espíritu, el verdadero Telos de la naturaleza, "el devenir espíritu del espíritu".
La naturaleza es una bella durmiente que despierta de forma progresiva de la inconsciencia a la conciencia.
Si existe el camino que va de la naturaleza al espíritu, existirá el camino inverso, el que va del espíritu a la naturaleza. Lo subjetivo sería lo primero, el único fundamento de la realidad, el único principio que explicaría el resto.
Por la autoconciencia el yo deviene objeto para sí mismo. Ahora bien, para que el yo llegue a ser autoconsciente (se haga objeto para sí mismo), es necesario que se oponga a algo.
El yo se "pone" a sí mismo, y por este acto pone "algo opuesto", un objeto real, mas esta actividad producto del yo es inconsciente.
Schelling introduce el "querer" como acto originario de la libertad, por el que el "yo" o la inteligencia, que hasta entonces se desplegaba en el plano del conocer se transforma en activo y libre poder, iniciando así el tránsito de la filosofía teórica a la práctica.
El mundo visible sería la encarnación y representación de lo invisible. Para Schelling "en realidad de verdad lo finito no existe, sólo existe la unidad de lo finito con lo infinito".
Cada potencia expresa la totalidad absoluta de forma relativa, constituyendo una forma de la autoconciencia de la identidad absoluta. "En Dios coincide como indiferencia lo que en el mundo aparece como diferencia".
Mas, ¿cómo se llega de la indiferencia a la diferencia de sujeto y objeto? ¿Cómo se explica la existencia de los objetos finitos en el espacio y en el tiempo?
El mundo está en lo absoluto, pero no es idéntico a este último.
En su opúsculo "Filosofía y religión", Schelling introduce el concepto de "ruptura" para explicar cómo surge la existencia finita.
"Lo absoluto no puede ser conocido sino en tanto que se conoce a sí mismo, lo que lleva a cabo por la transformación de su identidad en realidad, es decir, por la producción de las ideas eternas de las cosas. Lo absoluto se ve a sí mismo (idealidad) en el espejo de sus ideas (realidad)".
"Las ideas constituyen la auto-objetivación de Dios, su devenir eterno y, en este sentido, su "otro absoluto". (De la obra del autor "Paradigma". Ver "Simbiotica´s Blog")